¿Qué veo en la foto?

Un oficio que se realiza al aire libre, que permite el encuentro con el entorno, que se inspira en él, que se nutre de él, que saca del entorno sus materias primas, sus colores y sus ritmos.

Un oficio realizado por una mujer, que se transmite a través del ejemplo, el niño que observa a su madre trabajar imitará o aprenderá de ella casi sin darse cuenta.

Un oficio que requiere tiempo, que demora, que está marcado por un esfuerzo y concentración. 

Que tiene la huella de lo hecho por una mano específica pero a la vez anónima. 

Que repite un modo de hacer heredado pero que va incorporando decisiones propias: forma, color, composición.

Un oficio que nace de la necesidad de abrigo, de herramientas, bolsos, amarras, que viene de la ganadería, de la cosecha, que se transforma en ornamento, en ritual, en elegancia, en canje, en trueque, en mercadería.

Un oficio que significa mano de obra, trabajo, economía.

Un oficio artesanal que alcanza altos niveles estéticos. 

Que a ratos se considera arte; popular, tradicional, primitivo o de academia.

Un oficio de una compleja riqueza técnica que experimenta con fibras, colores y herramientas. 

Que permite la renovación de sus materiales, que se adapta al desarrollo industrial, que abre espacios a nuevos mercados pero que es capaz de mantener vivas las raíces.

Un oficio que habla de nosotros como país, que define nuestra identidad y que se hace presente en los libros de historia, en los museos y también en nuestra casa, en nuestro entorno inmediato, en nuestras tradición familiar y nuestros intereses actuales.

Mañana comenzamos la segunda versión de nuestro curso Arte Textil, Historia y Sociedad
Curso teórico de apreciación en el que reflexionaremos en torno al oficio textil en nuestro país.
Preguntas a: santiagoartetextil@gmail.com